martes, 11 de enero de 2011

La mezquita de la Roca de Jerusalén

Jerusalén es una de las ciudades con mayor riqueza arqueológica, pero también es aquella en la que más difícil resulta investigar su pasado, a causa de los eternos conflictos políticos y religiosos que la sacuden.
En el recinto donde los judíos creen que se encontraba el antiguo Templo de Salomón, reconstruido por Herodes el Grande (siglo I), se levanta hoy la mezquita de la Roca (siglo VII). Este lugar es universalmente conocido como ‘la explanada de las mezquitas’.


El templo de Herodes fue destruido en el año 70 por los romanos, que intentaron construir en el mismo sitio otro dedicado a Júpiter, provocando una rebelión de los judíos.
Desde el siglo VII el recinto del templo ha pertenecido a los musulmanes, con una interrupción entre el siglo XI y el XII, cuando estuvo en poder de los cruzados. Estos quitaron el cuarto creciente que coronaba la cúpula de la Roca y lo sustituyeron por una cruz. Se dice que la primera orden que dio Saladino al reconquistar la ciudad fue colocar de nuevo la media luna. Los musulmanes creen que en este lugar ascendió Mahoma a los cielos.
Tras la guerra de 1967 Israel ocupó la zona antigua de Jerusalén, pero las mezquitas siguieron bajo la jurisdicción de autoridades religiosas islámicas.
Los trabajos arqueológicos están prohibidos dentro del recinto del templo. No así en los alrededores, donde los israelíes han procedido a explorar antiguos túneles, algunos de los cuales fueron excavados por los británicos en el siglo XIX.

                                               Turistas en el muro oeste

Hay algunos grupos religiosos judíos que desean reconstruir el Templo de Salomón y los cristianos evangélicos creen que cuando esto suceda se producirá la segunda venida del Mesías. Los musulmanes, conocedores de estas aspiraciones, sospechan de cualquier trabajo que se realice en las cercanías del lugar. La aparición de unas grietas en un edificio medieval cercano ha servido para que los musulmanes aseguren que se está excavando por debajo del recinto del templo, lo que es negado por los arqueólogos israelíes.



En 1996 las excavaciones provocaron protestas que terminaron en graves disturbios con el resultado de 80 palestinos y 14 soldados israelíes muertos. Los investigadores israelíes han encontrado antiguos depósitos de agua, una calzada romana y restos de la pared del templo de Herodes el Grande, así como una casa de la época de los cruzados.






P.G.G.

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