Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de la provincia de Albacete; su situación y el excepcional paisaje que forma la hoz del Júcar, hacen que en cuanto aparece ante nuestros ojos, sintamos la necesidad de detener la marcha para poderlo contemplar en toda su grandiosidad.
Sus casas de arquitectura popular, excavadas en la montaña, se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz que forma a sus pies el río.
Su población se encuentra dividida en 6 núcleos: Alcalá, Las Eras, Casas del Cerro, La Gila, Zulema y Tolosa.
Sus habitantes se dedican principalmente a la agricultura y ganadería, aunque en los últimos 12 años se ha desarrollado una importante infraestructura turística, debido al auge del turismo rural, incrementando la oferta de alojamientos, restaurantes y actividades de ocio y tiempo libre, todas ellas vinculadas con la naturaleza y la aventura, propiciada por la belleza natural de Alcalá y de su entorno.
Alcalá del Júcar está declarado conjunto Histórico-Artístico. En 1.986 le fue concedido el tercer premio, después de la torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística, organizado por la casa Philips de acuerdo con el proyecto de D. José Angel Lucas Baidez.
Y, finalmente, el 30 de mayo de 1.998 en Villanueva de los Infantes, el Ayuntamiento recibió, de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, el “Premio de Turismo 1998”, por su labor en la promoción y desarrollo turístico.
Las fiestas del municipio, en honor a San Lorenzo, comienzan el 7 de agosto, a las 00.00h, con la presentación de Reina y Damas, el día 8 con La Desencajonada de los toros y posterior encierro por las calles hasta la Plaza de toros.
El día 9 de romería hasta la ermita, a tres kilómetros, para traer a San Lorenzo hasta Alcalá y se recibe con un espectacular Castillo de fuegos artificiales que se puede contemplar desde cualquier punto del pueblo, formando un impresionante espectáculo de luz, color y sonido que produce de forma natural el estallido de la polvora entre las rocas que nos rodean.
Un ambiente festivo que finaliza el 15 de agosto bien entrada la madrugada.
Otros lugares de interés son Cuevas que se pueden visitar: La población se extiende por la ladera sur, en una zona abrupta que se cierne sobre el río. Su peculiar situación, permite que la mayoría de las casas estén excavadas en la propia montaña, con cuevas de tal longitud que llegan hasta el extremo de la peña sobre la que se asienta la villa.
Tres de estas cuevas se pueden visitar y son conocidas por “Diablo”, “Masagó” y “Garadén”, que no debe confundirse con la cueva natural de Garadén en las cercanías de la villa, en un paredón vertical de la hoz, fortificada por los árabes y que se trata de uno de los contados ejemplos de cuevas fortificadas conocidas en nuestra península.
Cuevas del Diablo
Las Cuevas del Diablo, para mi las más bonitas, están escavadas en el propio corazón de la montaña, atravesando con un largo túnel de lado a lado de ésta. Fueron hechas en el año 1905, con la finalidad de utilizarlas para corrales, amplios palomares y alacenas.
Desde hace ya unos años están restauradas para ofrecerle al turista una visita agradable y entretenida, debido a las numerosas antigüedades y aperos de labranza que hay en exposición, y a su temperatura constante durante todo el año de 13º. También quedará asombrado de las maravillosas vistas que nos ofrece la sabia naturaleza en las laderas del rio Júcar, que podrá observar desde una magnífica terraza y miradores.
Una vez en el interior el visitante puede comprobar como el trabajo en la piedra se convierte en verdadero arte.
También, el turista puede acceder a las Cuevas del Rey Garadén por el interior de la montaña, ya que están comunicadas. Estas cuevas pertenecieron al rey moro Garadén. Su utilidad fue de posada y puesto de centinelas.
Más información de este curioso lugar, aquí.
P.G.G.
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