Marrakech es una de las ciudades más importantes de Marruecos, cuenta 1.545.541 habitantes y está al sur del país, al pie del Atlas, a 466 msnm de altura. Posee numerosos monumentos patrimonio de la Humanidad, lo que la convierten en el principal atractivo turístico del país. Es, junto a Meknes, Fez y Rabat, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos.
Marrakech está dividida fundamentalmente en dos partes: el centro con la gran Medina o ciudad vieja, rodeada de espectaculares bastiones de tierra roja, y, fuera de las murallas, la ville nouvelle o ciudad nueva, construida por los franceses en los años del dominio colonial y en continua expansión. La ciudad vieja y la nueva son entidades administrativas separadas, gobernadas en parte por reglas distintas: en la Medina el alcohol está prohibido y los edificios no pueden superar los tres pisos de altura. En cambio, sirve para toda Marrakech la regla según la cual el exterior de los edificios tiene que ser rojo-ocre, el color natural de la tierra local, usada tradicionalmente como material de construcción. De ahí su sobrenombre de "ciudad roja". La Medina de Marrakech está llena de antiguos palacios y mezquitas, que como es costumbre en Marruecos, no están abierta a los no musulmanes. Su lugar más emblemático es la gran plaza de Jamaa el Fna. Al oeste de los bastiones de la Medina se extiende la ville nouvelle, con los barrios de Guéliz e Hivernage; la arteria principal es la Avenue Mohammed V, una amplia avenida arbolada que desemboca junto a una de las puertas de la ciudad vieja. En dirección este, finalmente, se encuentra el barrio residencial de la Palmeraie, una zona semidesértica llena de palmeras que en los últimos años se ha llenado de edificios.
Medina: Es la ciudad vieja, protegida por un cordón de bastiones hechos de tierra roja que encierran un laberinto de callejuelas y palacios, mercados y mezquitas, cúpulas y miranetes. La Medina de Marrakech ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1985, siendo actualmente uno de los lugares de visita obligada. Su corazón es la gran plaza Jamaa el Fna, al norte de la cual se abre el laberinto de los Suks (mercados tradicionales, a menudo descubiertos). Siguiendo hacia el norte se encuentran la mezquita y madraza de Ben Youssef y el Museo de Marrakech. Al sur de la plaza, en cambio, a lo largo de los siglos se han instalado los gobernantes de la ciudad. Hoy la zona está dominada por el Palacio Real, erigido sobre las ruinas de los precedentes palacios almohades, que ocupa una vastísima área rodeada de murallas (la llamada kasbah, que significa ciudadela fortificada) y no está abierto al público. Pero se puede visitar el palacio de la Bahía y de Dar Si Said, construidos en el siglo XIX por dos visires de los sultanes y las imponentes ruinas del gran palacio Badi.
Mellah: Es el antiguo barrio judío de la ciudad, que da a la muralla exterior del palacio Badi, en la zona sur de la Medina. En él hay una sinagoga y un gran cementerio, además de un mercado cubierto. Algunas de las casas del barrio tienen balcones que dan a la calle, una peculiaridad de los judíos de Marrakech. Su nombre, Meliah, un apelativo común a todos los barrios judíos de las ciudades marroquíes, significa "lugar de la sal", lo cual se remonta a la época del monopolio que los mercaderes judíos tenían del comercio de la sal que se extraía de las montañas del Atlas y que se utilizaba para conservar los alimentos. La comunidad judía de Marrakech tiene un origen muy antiguo. A principios del siglo XX contaba con unos 40.000 miembros, pero después de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual el rey Mohammed V rechazó aplicar las leyes antisemitas promulgadas por el gobierno francés colaboracionista de Vichy, la mayoría emigró a Francia, Estados Unidos o Israel o se trasladó a Casablanca. Actualmente quedan sólo algunos centenares de personas.
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