Túnez, cuyo nombre oficial es República Tunecina, es un país situado al norte de la costa mediterránea africana, cuya capital es Túnez. Es el país más pequeño del Magreb, ubicado entre las estribaciones orientales de la cordillera montañosa del Atlas y el mar Mediterráneo. Aproximadamente el 40% de este país está compuesto por el desierto del Sahara, mientras que el resto es suelo fértil y adecuado para la agricultura. Además tiene 1.300 km de costa. Limita con Argelia al oeste y Libia al sur este.
Respecto a la cultura de este país, fenicios, romanos, judíos y árabes son algunos de los pueblos que se establecieron en las costas del norte del país y también en la zona sur, en el desierto. A estos pueblos se le sumaron, tiempo después, musulmanes de España y turcos otomanos. Esta mezcla cultural es propia de muchas zonas mediterráneas, como las tierras de Sicilia o las islas griegas con mucha historia, las cuales al igual que Túnez estaban expuestas constantemente a comerciantes, navegantes e imperios de toda la
región. Culturalmente los tunecinos constituyen una nación bastante liberal. A lo largo de su historia han sido frecuentes los intercambios culturales con el resto de los pueblos mediterráneos. El arte ha estado muy influenciado por la mezcla
cultural del país.
Unos de los lugares más importantes y con más encanto de todo Túnez es el Museo del Bardo situado a unos cuatro kilómetros de la capital. Se halla en el antiguo palacio del Bardo y recoge la colección de mosaicos más importante de todo el mundo. Aunque los mosaicos conservados datan de diferentes épocas, la mayoría datan de los siglos II al IV. Lo que realmente llama la atención es la calidad y la cantidad de las obras expuestas. Hay tantos mosaicos que resultan incontables, inclasificables.
Todas las mezquitas de Túnez tienen como referencia la Ez-Zitouna, la Mezquita principal de la
ciudad . El edificio que vemos en la actualidad representa una fascinante amalgama de construcciones de diferentes épocas desde columnas y capiteles procedentes de la antigua Cartago a un minarete otomano pasando por cúpulas ziries. Los no musulmanes sólo tienen acceso al patio central desde donde se adivina la sala hipóstila. Pero, sólo con eso uno ya se puede hacer a la idea de la grandiosidad de la misma.
Situada en la parte moderna de Túnez, la catedral católica de la capital combina a la perfección arte gótico y bizantino. Lo más reseñable de este edificio es el increible contraste que tiene ver un edificio "tan occidental" aquí. Esto nos muestra la amalgama de culturas y de movimientos artísticos que concurren en la capital.
Lo mejor de Túnez es el azul de sus aguas, transparente y tibio. Señal de una tranquilidad de lo todavía no del todo explotado. Además, en estas playas puedes practicar muchas actividades y puedes alquilar paracaidas remolcados por lanchas, lanchas, motos acuáticas...
La Medina de Túnez fue declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, no solo incluye multitud de callejuelas donde se ubican los centenares de puestos de los vendedores, sino también varios edificios de interés histórico artístico. Alguno de estos es la Gran Mezquita, o el palacio del Bey, emplazada sobre los restos de un antiguo teatro romano, o el palacio Dar Hussein, residencia de príncipes y beyes, título de los monarcas de Túnez.
P.C.L
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